Un corazón altruista

El camino más rápido hacia la felicidad, hacia el nirvana, es el camino del Bodhisattva.
El altruismo puede definir un estado mental momentáneo así como también un estado mental duradero, una manera de ser. Una acción verdaderamente altruista debe estar motivada no por el deseo de obtener algún beneficio personal, a corto o a largo plazo, o por el deseo de ser alabado o de recibir agradecimiento o por el miedo de ser criticados en caso de no prestar ayuda a los demás.  Una acción no se considera altruista si el único objetivo de nuestro comportamiento es el de apaciguar un sentimiento personal de angustia al confrontarnos con el sufrimiento de los demás.
Matthieu Ricard dice : Todos hemos experimentado, en diferentes grados, el profundo sentimiento del amor altruista, la sensación de una benevolencia que todo en compasa, de intensa compasión por aquellos que sufren. Algunas personas son naturalmente más altruista que otras, a veces, al extremo del heroísmo. Otros están más enfocados en si mismos y encuentran difícil el considerar el bienestar de otros como una meta esencial y más aún considerarlo más importante que el propio. En cualquier caso, es esencial el que cultivemos el altruismo. Ser altruista no solo nos ayuda a beneficiar a los otros sino también es la manera más satisfactoria de vivir. Esto es lo opuesto al sentimiento exacerbado de auto centrismo que nos aleja del amor altruista y de la compasión y solo nos acarrea sufrimiento para nosotros mismos así como a los otros.
En general, aún y cuando pensamientos altruistas surjan en nuestra mente, estos son fácilmente reemplazados por otros pensamientos de menos beneficio, como son el enojo y la envidia. Es por esto que, si queremos que el altruismo juegue un papel predominante en nuestro ser, debemos pasar algún tiempo cultivándolo: el simplemente desearlo no es suficiente. Debemos realizar que en lo más profundo de nuestro ser no deseamos sufrir, deseamos ser felices. Una vez que realicemos esta aspiración lo siguiente es realizar que todos los seres comparten esta misma aspiración.
¿Cómo cultivar el amor altruista?
Imaginemos que se acerca un niño pequeño y nos brinda una mirada llena de gozo, confianza y total inocencia. Acaricias su cabeza, lo ves con cariño mientras lo tomas entre tus brazos. Experimentas una sensación de amor y benevolencia incondicionales. Permítete ser impregnado por este amor que solo desea su bienestar. Luego cultiva, mantén y nutre este sentimiento de amor bondadoso. Cuando decline, revívelo.
También podrías escoger alguien por quien sientas una gran ternura y profunda gratitud. Desea con todo tu corazón que esta persona encuentre la felicidad y las causas de la felicidad. Luego extiende este deseo a todos aquellos a los que consideres cercanos, luego a aquellos que no conoces muy bien y progresivamente a todos los seres.
Finalmente, extiende este deseo a tus enemigos personales y a todos los enemigos de la humanidad. Simplemente estás formulando un fuerte deseo de que dejen de sentir odio, ambición, crueldad e indiferencia y que la benevolencia y preocupación por la felicidad por los demás pueda nacer en sus mentes. Entre peor sea la enfermedad mayor es el cuidado que una persona enferma necesita de atención y buenos deseos. De este modo, abracemos a la totalidad de los seres con un sentimiento de amor ilimitado.

La Historia del Sr, Li y los 140 perritos
El Sr. Li, de 59 años, se ha convertido en el mejor amigo del perro después de la adoptar una serie de perritos callejeros y abandonados. Rescatados de las calles en las afueras de la ciudad de Wuhan, se les da un techo y alimento. Alimenta a 140 perritos.
A los animales rescatados les gusta sentarse y ver como este antiguo chef chino, les prepara su comida  en un caldero gigante con una pala de jardín. Sin duda todo un ejemplo a seguir.

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