Vivir el Dharma por S.S. XVII Karmapa.

Vivir el Dharma

por S.S. XVII Karmapa
La hermana de Su Santidad Karmapa, Chyamsin-la, ofreció el mandala para solicitar la enseñanza y lo colocó en un altar lleno de banderas en miniatura de cada país del mundo.
A continuación, unos extractos de la charla de Su Santidad, que aclaró muchas ideas equivocadas sobre la práctica del Dharma, el apego y el amor; asimismo, reveló la gentileza, la calidez y el sentido del humor de su carismática personalidad.
"El Dharma no es simplemente un ritual, sino algo que transforma la mente. Podemos practicarlo en la vida cotidiana. Observad cómo actuáis y reaccionáis, cómo os relacionáis con los demás. Sed conscientes.
Cada vez tengo una vida más ajetreada y menos tiempo para meditar. Mi práctica consiste en la forma que tengo de pensar y en cómo procuro vivir la vida con la intención de ayudar a los seres. Examino mi vida para ver si es así o no.
Cuando era joven, hice muchas plegarias, pero en la actualidad conozco a muchas personas y hago conexiones de afecto con ellas. Cuando estoy despierto o dormido, están conmigo en mi mente, y así mi práctica es más viva y real. Cuando recitas plegarias, no tienes gente viva con quien conectar.
Lo principal es no abandonar a los seres. Si los retenemos en el ojo de nuestra mente, eso es una base importante; nos transformará y el apego al ego se reducirá. Este tipo de amor es como una joya que otorga todos los deseos.
La bodhichitta es, en cierto modo, como enamorarse; se disipan todas las dudas, nuestro corazón se llena de alegría y estamos completamente concentrados; nuestra práctica del Dharma se vuelve fácil y está claro el propósito de la vida. El Dharma llega muy fácil si comprendemos el propósito, el objeto y el punto de vista. Si se piensa demasiado, se convierte en una religión, un sistema con dioses y espíritus y desaparece la práctica real. No es necesario que entendamos mucha filosofía; lo principal radica en trabajar por el bien de los seres.
El Dharma se ha de fundir con tu mente y tu vida. La gente piensa que tiene que estudiar y llevar eso a su vida, cuando más bien se trata de aplicar el Dharma para llenar los huecos de nuestra vida. Si lo haces, el Dharma y la vida se vuelven uno y esa es la diferencia entre llevar el Dharma a tu vida y vivirlo.
Todos los maestros no tienen por qué ser seres vivos; cualquier cosa que aparezca puede ser un lama. Un incidente negativo también puede ser tu maestro. Cuando examinas tu vida en profundidad, puedes ver muchas instrucciones vivas; no tienes que oírlas en palabras: las puedes ver también.
Por lo general, la práctica del Dharma se puede hacer en cualquier lugar, incluso en prisiones o cuando se duerme, si se sabe cómo hacerlo.
Por la mañana hemos de hacer una práctica: tomamos refugio, relajamos la mente y formulamos una fuerte aspiración para ese día. Si no puedo hacer algo bueno, al menos no debo hacer nada que dañe; entonces el día que vives se vuelve favorable.
Tenemos que dar a la mente un respiro, llevarle paz y alegría. Cada día deberíamos darnos tiempo para que la mente se relaje. Descansa la mente durante diez minutos cada tres horas. Nuestra mente se distrae y necesita un lugar al que volver a casa. Relájala ahora. Nos hace falta sentir que hemos conseguido algo y que ahora nos podemos relajar.
Lo más importante es dar descanso y relajo a la mente; aunque tenga el cuerpo y el habla ocupados, mi mente está al mando. Aunque estemos ajetreados, debemos ser conscientes para no sentirnos abrumados. Es como mirar desde arriba, ver la situación y hacerse cargo de ella.
Cuando tengo tiempo, hago una práctica y la hago al completo; no dejo que nada más entre en mi mente. Formulo una clara aspiración de que haré eso y nada más; entonces podemos relajarnos y encontrar paz.
El apego constituye un obstáculo muy notable a la hora de encontrar paz mental. La cólera va y viene, pero el apego está ahí todo el tiempo. Es importante averiguar cómo surgen el apego y la fijación. Si estamos apegados, sólo vemos el lado positivo frente al negativo. No se puede separar lo bueno que vemos y nuestra mente. Se vuelve uno y la mente no es libre. Lo importante del apego es que pierdes tu libertad, te domina.
Cuando era joven me llevaron a la China, a las tiendas; había tantas cosas bonitas e interesantes. Me di cuenta de que si cedes al deseo, te puede conducir a robar y que lo deseable y lo indeseable tiene que ver con la mente. Es una identidad colectiva que crea la sociedad. Cuando nos apegamos, perdemos nuestra libertad.
El objeto de nuestro apego no es exactamente tal como es, lo sobrevaloramos y lo vemos deseable al cien por cien.
La diferencia entre el amor y el apego radica en que con apego no me puedo controlar, pero cuando tenemos compasión por los seres, es distinto. Existe una razón auténtica para no abandonarlos, existe libre elección. Escoges amarlos y no dejarlos. El apego es cerrado y tirante. Con la compasión y el amor hay un sentimiento abierto, libre y afectuoso. La compasión no es un trabajo, sino que se basa en la clara comprensión.
Las relaciones deben aportar felicidad, no sufrimiento. Si tienes una relación de amor, incluso regar el jardín tiene la cualidad del amor.
El apego es pegajoso; tiene el aspecto de que esto es completamente mío. Por ejemplo, cuando una pareja está enamorada y el marido habla a una mujer más hermosa, la esposa siente celos - eso es apego. Me pertenece. El amor consiste en dar libertad, desear alegría y felicidad para los demás. Intentas respaldar lo que el otro desea; no se trata de que, "este es mi marido y él debe hacer o decir las cosas a mi manera". Eso es control, no hay libertad. Si ésa es la actitud, es difícil tener juntos una vida feliz. El amor es libertad, generosidad, apertura. El amor y el apego se tienen que entender correctamente.
La cólera: una cosa que me ha ayudado mucho es no concentrarme en un incidente personal, porque entonces la cólera se vuelve muy fuerte y tenemos que hacer algo con ella. Desvía la mente, cambia el centro de interés hacia otras cosas. Me ha sido muy útil.
La tierra es la base de todas las cosas animadas e inanimadas; no tiene preferencia, es igual para todo. Por eso el Buda puso la tierra por testigo. Todo lo positivo que hizo estaba en la tierra, por eso ésta fue testigo.
Lo más maravilloso de la originación dependiente es que todo es posible.

1 que dicen...:

Anónimo dijo...

Por favor, no sé de dónde has extraído este texto, pero, me ha parecido tan interesante, lleno de tanta lucidez, cordura, y a la vez tan sencillo...que me he quedado con ganas de leer más. ¿Cabría la posibilidad de conocer el enlace para poder leer al completo las enseñanzas de Su Santidad el Karmapa?

Gracias

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