“Cuando la mente puede morar en la sabiduría , uno es capaz de destruir la raíz más profunda de la distorsión, el karma negativo y el dolor.“ Dalai Lama.
Debido a nuestra ignorancia tenemos muchas dudas y deseos, tenemos un hambre constante que está presente en nuestro sistema samsárico, siempre queremos más y más y esto nos agota. Además esto agranda el ego y el egoísmo y nutre solamente la idea del “yo” .
Además hay que pensar que cuando se ha recibido lo que se desea, sin darse cuenta esto tan deseado pasa en cierta forma al olvido, no teniendo la misma importancia que tenía en el inicio y así se inicia planificando más y más por nuevos deseos, cayendo muchas veces en una obsesión tras otra.
Cuando no se obtiene lo deseado se vuelve algo doloroso, fustrante, causando momentos de sufrimiento y dolor. Y así poco a poco se va fabricando más dolor en nuestro interior, cada vez que no se consigue, ese propósito. Pensando que la felicidad jamás se podrá vivir o sentir, por no haber conseguido lo que se esperaba.
Este sufrimiento a través del tiempo va tomando su forma y quitando los momentos de felicidad que se pueden recibir a través de otros logros y no se ven por estar ciegos por no haber obtenido lo no conseguido. De esta manera se va volviendo triste, deprimido con un cierto sentimiento de amargura, con muchas enfermedades físicas y a veces psicológicas, sintiendo tristeza de si mismo y un cierto enojo al entorno, hacia la vida y las personas.
Por eso con la ayuda de una disciplina, se podrá controlar el “querer”, el desear, con esta disciplina vendrá un entendimiento sobre el constante deseo y entonces, el deseo se reducirá por comprensión y no por fuerza.
Medita, busca dentro de ti, controla la mente y los deseos, esto hará que los problemas poco a poco vayan desapareciendo viendo todo desde otra mirada.
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