Nuestra naturaleza.

Nuestra verdadera naturaleza es como un espejo, refleja todo tipo de cosas, pero lo bonito es que lo reflejado jamás podrá ensuciar el espejo. Así que, sea cual sea nuestra apariencia, nuestra verdadera naturaleza es pura e impoluta. Cuando se dice que todos tenemos la naturaleza de Buda, de hecho es cierto. Se dice que ni tan siquiera los budas pueden mejorar la naturaleza de Buda; y que nosotros, los seres humanos, con toda nuestra confusión y negatividad, no podemos empeorarla.

Se podría preguntar ¿Qué es la mente de Buda?  Es  sabiduría y compasión. Y, como las enseñanzas afirman que todos tenemos la naturaleza búdica, todos somos budas en potencia. Cuando purificamos nuestra mente, se convierte en sabiduría y cuando purificamos nuestro corazón, éste se convierte en amor y compasión. Si purificáis vuestros pensamientos, esta inteligencia pura, que deja de estar oscurecida por la ignorancia, es la sabiduría. Cuando las emociones han sido purificadas, surgen en forma de compasión.
Por lo tanto, a través de esta práctica podemos llegar a la pureza profunda de la naturaleza de la mente. S.Rimpoché.

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