" Un amanecer en el día de la la Luna Llena en el mes de Vesak ( 588 B.C ) Buda descubrio las cuatro verdades más grandes del Universo..."
1 .- El mundo está lleno de sufrimientos. El nacer es sufrimiento, la decrepitud, la enfermedad y la muerte son también sufrimientos. El encuentro con alguien por el que se siente rencor, la separación del ser amado, la búsqueda de algo inalcanzable, todo es sufrimiento. En otras palabras, la vida que no es libre de los apegos y deseos es siempre sufrimiento. A esto se le llama La Verdad del Sufrimiento.
La causa de este sufrimiento humano nace, sin lugar a dudas, de los deseos mundanos que persiguen la mente. Si buscamos la fuente de estos deseos vemos que ellos están arraigados en un fuerte instinto físico que tenemos desde el nacimiento. Estos deseos basados en un intenso apego por la vida, ambicionan todo lo que ven y oyen, y hasta llegan a ansiar, a veces la muerte. A esto se le llama La Verdad de la Causa del Sufrimiento.
Si destruimos las raíces de estos deseos y nos libramos de todos los apegos terminarán los sufrimientos del hombre. A esto se le llama La Verdad de la Terminación del Sufrimiento.
Para entrar en este estado en el que ya no se tiene ni deseo ni sufrimiento, hay que hacer prácticas para seguir un cierto camino.
Las etapas de este noble camino son:
1.- Visión Correcta
2.- Aspiraciones Correctas
3.- Palabras Correctas
4.- Conducta Correcta
5.- Vida Correcta
6.- Esfuerzo Correcto
7.- Conciencia correcta
8.-Concentración Correcta.
A esto se le llama La Verdad de los Ocho Nobles Caminos , para desarraigar los deseos. Los hombres deben guardar con celo estas Verdades porque el mundo está lleno de sufrimientos y el que pretenda librarse de ellos tiene que cortar las ataduras de los deseos. El estado libre de pasiones terrenales y de sufrimientos, se logra tan sólo por medio de la Iluminación y la Iluminación se alcanza tan sólo con el cumplimiento de los Ocho Nobles Caminos.
2.- Todo el que pretenda llegar a la Iluminación tiene que conocer estas Cuatro Nobles Verdades. El que no las conoce vagará por los caminos de la incertidumbre toda una eternidad. Al que las conoce se le llamará “El que ha conseguido los ojos de la Iluminación”.
Por eso, tenemos que concentrar la mente en la meditación de las Enseñanzas de Buda y penetrar en el verdadero sentido de esas cuatro Nobles Verdades. Un santo de cualquier época, si lo es en realidad, es uno que entiende bien estas Nobles Verdades y las predica los hombres.
Cuando el hombre comprende claramente el verdadero sentido de estas cuatro Nobles Verdades, entonces por primera vez desecha los deseos, deja de rivalizar, matar, robar, adulterar, engañar, maldecir, adular, envidiar, enfadarse, y, sin olvidar lo transitorio de la vida, no se desvía del camino correcto.
3.- El que sigue por los Nobles Caminos es como el que entra en una habitación obscura con una antorcha en la mano. La obscuridad huye y todo se llena de claridad.
El que estudia los caminos y llega a comprender el sentido de las Cuatro Nobles Verdades, tiene en la mano la luz de la Sabiduría y ahuyenta con ella la obscura tiniebla.
Buda se dirige a los hombres indicándoles estas Cuatro Nobles Verdades. El que los reciba correctamente podrá llegar a la Iluminación y ser guía y guarda de los hombres en este mundo tan efímero. Al comprender el sentido de estas Cuatro Nobles Verdades desaparece la ignorancia que es el origen de todos los deseos. Buda dirige a los hombres indicándoles estas Cuatro Verdades Nobles.
Todos los discípulos de Buda llegarán a comprender el sentido de las Enseñanzas, lograrán obtener la Sabiduría y la devoción para entender todos los principios y podrán predicar el Dharma a todos los hombres sin ninguna dificultad.
La Causalidad:
1.- Así como todos los sufrimientos del hombre tienen sus causas y la Iluminación tiene su camino, todo nace y muere como resultado de causas y condiciones.
Llueve, sopla el viento, florecen las plantas, se marchitan las hojas: todo se debe a una causa.
Nace el niño de los padres, los alimentos mantienen su cuerpo, así como las experiencias y los conocimientos nutren su mente.
Por ello, tanto el cuerpo como el espíritu, dependen de una serie de causas y condiciones en su formación y en sus cambios.
Así como los agujeros de la red unidos van formando la red, todo es relativo y dependiente entre sí. Es erróneo pensar que un agujero de la red sea algo independiente y aislado. El cobra valor dentro de su conjunto.
Un agujero es un agujero en relación con otros agujeros. Cada agujero sirve para que otro sea un agujero.
2 .- Una flor florece por que se reúnen todas las condiciones para que florezca. Una hoja cae por que se reúnen todas las condiciones para que caiga. No florecen ni caen por si solas.
Ya que florecen y se marchitan por una serie de condiciones, todo lo que existe está sujeto a cambios. No existe nada por sí solo ni que permanezca eternamente. Es un principio eterno e inmutable el que todo nazca y perezca debido a una serie de condiciones y causas. Por ello, la ley de la mutabilidad es un principio absoluto que nunca jamás cambiará.
Dependiendo entre si:
1 .- Entonces, ¿dónde está el origen de las tristezas. Quejas, sufrimientos y angustias? El origen está en el apego obstinado a las cosas que tiene el hombre.
Siente apego a las riquezas, al honor, a la vida, al “yo”. De este apego nacen los sufrimientos.
Desde sus comienzos el mundo está lleno de desgracias y tristezas, además de los tres sufrimientos inevitables de la vejez, enfermedad y muerte.
Sin embargo si analizamos cuidadosamente estos hechos, vemos que existe el dolor por que existen los deseos. Con tan sólo desechar este sentimiento desaparecerán todos los sufrimientos.
Si ahondamos en estos deseos descubrimos que en la mente de los hombres existe la obscuridad de la ignorancia y un ansia insaciable.
La obscuridad es la ignorancia de los principios que no permite ver la mutabilidad de la vida. El ansia insaciable nos hace desear algo insaciable.
Por efecto de esta obscuridad y de esta ansia, el hombre discrimina cuando, en realidad, no existe la diferencia. Por efecto de esta obscuridad el hombre hace la distinción de lo bueno y lo malo, cuando, en realidad, esta distinción no existe en las cosas.
Los hombres sienten surgir en sí los pensamientos erróneos y por su necedad no pueden ver claramente. Por el apego al “Yo” se conducen equivocadamente y, por consecuencia, vagan en el mar de la ignorancia.
Hacen de sus acciones el huerto de su “Yo” en donde siembran los frutos de la discriminación de la mente. Cubren esta simiente con la tierra de la ignorancia, riegan con el agua del deseo y la fertilizan con su propio egoísmo.
2 .- En pocas palabras, el origen de este mundo de tristeza, melancolía, sufrimiento y angustia es la mente misma.
El mundo de la ignorancia no es más que la sombra de la mente y el mundo de la Iluminación también nace de la mente.
3.- En este mundo hay tres puntos de vista erróneos. Si ahondamos en estos puntos, habrán que ser negadas todas las cosas del mundo.
Primero, unos dicen que todo lo que experimenta el hombre en el mundo lo controla el destino. Segundo, otros dicen que todo es por voluntad de dios. Tercero, otros dicen que todo ocurre por la casualidad.
Si suponemos que todo está decidido por el destino, hacer el bien o hacer el mal estaría predestinado, la felicidad y la infelicidad también estarían predestinadas. Así todo en este mundo estaría predestinado. Por consecuencia, los hombres no tendrían esperanzas ni harían esfuerzos para actuar debidamente. No habría en este mundo ni progreso ni mejora.
Las últimas dos teorías también recibirán la misma censura porque si toda decisión última se encuentra en las manos de dios o de un ciego azar, el esfuerzo de desechar el mal para hacer el bien perderá todo sentido.
Por ello estos tres conceptos son erróneos. Todo nace mediante una causa y una condición, todo cambia y desaparece por una causa y una condición.
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