Hay días en que por más que intentes pensar en que todo saldrá bien y positivo, dentro de ti sabes que será complicado por una u otra cosa. A pesar de saber que todo es actitud, a veces hay momentos que caemos por nuestras debilidades.
Cuando te sientas para hacer tu meditación por la mañana, poco a poco vas sintiendo como te relajas y preparas la mente para aceptar lo que viene durante el día, te llenas de energía y logras sentirte más tranquilo contra esas adversidades, luego cuando viene ese enfrentamiento, se está con una actitud más llevadera y vas viendo como las cosas fluyen, sin haberte dañado.
Decía Athisa, cuando vengan las cosas dificiles o sientas que viene a ti los sentimientos de odio, ira o cualquier de las cosas que te angustian, piensa en que todo es un sueño, que nada esta pasando.Este sentimiento te ayuda a superar esos momentos difíciles, es como ver todo en cámara lenta, todos hablan, todos pierden la cabeza y tú ahí estas de espectador, dejando que ese sueño pase. Luego cuando decides despertar todo ya ha pasado. También podemos pensar en el ejemplo de las nubes del cielo, ninguna está ahí por siempre, pasan lentamente, pero pasan. La calma nos ayuda a esperar ese proceso y así es en nuestra vida real.
Al pasar el día y te encuentras en tu siguiente meditación, intentas de analizar todo y se va liberando cualquier tensión o preocupación, pero siempre intentando que no te afecte, cuando lo vas repasando en tu mente, sólo hay que dejar que pase. Así se puede tomar mejores decisiones y soluciones ante el problema. El poder mirar como espectador te ayuda a ver las cosas con calma y vas conociendo como serán las cosas desde el punto de vista de los demás y así poder prepararse para una mejor solución. La calma te ha ayudado y ese día que pensaste que todo sería mal, fue en cierta forma mejor de lo que esperabas, tomando los problemas desde otro punto y desde otra perspectiva.
Si pensamos en el ejemplo del vaso del agua, que dice que cuando tomas un vaso con agua y lo agitas, es como cuando la mente se agita, luego cuando dejas de mover el vaso de agua, el agua está quieta y así es con nuestra mente cuando meditamos se tranquiliza, la única forma de aquietarla es con meditación y adiestramiento. El agua esta limpia mientras llevamos nuestra practica a acabo, no se puede mantener siempre limpia si no hacemos, nuestra practica, nuestra mente estará agitada como un océano. Nuestra mente es la causante de todo, por intermedio de ella se termina con la calma y con esa paz interior, por eso hay que estar preparados para cuando llegan estas aflicciones o esos problemas que nos angustian, si lo reconocemos antes de que se presenten, podemos evitar que nos haga caer en la perdición del enojo o del malestar o del sufrimiento. Siempre habrá algo o alguien que intente desviarnos y tentarnos y así caer en esas debilidades.
La mente nos hace perder del camino. Hay que aprender a discernir y poder reconocer cuando la mente nos quiere desviar.
Quién maneja a quién tú a la mente o la mente a ti?
Es dificil a veces cuando te das cuenta que ella es la que te maneja, pero es hora de observarla y cambiar lo que haya que cambiar, no dejarse llevar por los maras, (los maras son nuestras debilidades, el deseo, el orgullo, la ira, el ego).
Hay que recordar como fué con Buda y Jesús, ellos debieron enfrentarse a dificiles momentos, pero sólo la parte iluminada en ellos ayudo a ganar esa batalla. Hay que trabajar día a día en esto, la fuerza y el poder está en todos y ellos han sido nuestros maestros.
Película El pequeño Buda.
Vídeo que representa ese momento cuando todo se opuso a los pies de Buda, para que él no lograra su iluminación, pero él sí pudo vencer los obstáculos de la mente y ganar esa batalla interna.
Una película muy recomendable y hermosa.
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