Milarepa.

Todos  tenemos una parte búdica, iluminada y buena. Pero muchas veces por diferentes razones, hay personas que por algún motivo se pierden, olvidando esa parte  buena  dejándose llevar por los sentimientos perturbadores y viviendo en la oscuridad de esa confusión,  haciendo que se viva en el samsara, el mundo del dolor, de la ignorancia y de  la perdición.

Milarepa, era un joven tranquilo y bueno, pero que por circuntancias de su vida se vió perdido en la confusión de su mente. Al morir su padre le toco vivir injusticias y mucho dolor, veía como su madre estaba atrapada en la humillación y en la traición de los seres más cercanos, en quien había depositado su confianza.  Bajo esta traición y dolor, Milarepa y su madre  se vieron tentados por la oscuridad, por lo cual  Milarepa cayó en el sentimiento de la venganza, decidiendo poner toda su fuerza contra las personas que los habían hecho sufrir a él y su madre. Pero un día esa parte iluminada de él lo hizo sentir  remordimiento por todo el daño que había provocado por ese oscuro sentimiento de venganza, odio e ira.  Y decidió apartarse del mal y entrar en el camino del bien nuevamente. Llegando así a ser uno de los más importantes yoguis tibetanos, dejando maravillosas enseñanzas y alcanzando la iluminación.

“Si deseas sinceramente evitar el sufrimiento,evita cualquier acción dañina hacia otros seres. Practica incesantemente, busca la purificación, disuelve la ignorancia y acumula mérito. Si lo haces, no sólo verás a las amorosas deidades del Dharma que vienen a escuchar, sino que las percibirás dentro de ti mismo.”